Hola, querido amigo Caravaggio: ¿Dónde estoy? 1ª Soy como una parte del cuerpo humano, sin embargo, fui construida con materiales muy diferentes... Me encuentro en un lugar maravilloso que un día fue pisado por el gran Platón... Hasta aquí es todo lo que puedo decirte por hoy... 2ªEn la antigüedad yo era probablemente la mayor formación de caliza de la vieja cantera de mi tierra magna. tengo 23 metros de alto y me extiendo a lo largo de 65 metros dentro del acantilado. Horizontalmente, mi forma es aproximadamente curva. Verticalmente, me estrecho en lo alto como una lágrima. Además, debido a mi forma tengo una sensacional acústica, haciendo que incluso un pequeño sonido resuene en la cueva que me da el nombre... Ah, aunque soy griega, no estoy en la actualidad en el país helénico... Entonces, creo que ya está claro mi lugar de llegada, ¿no es cierto?... 3ª Mi nombre fue acuñado en 1586 por el pintor Caravaggio, referido al tirano Dionisio I de Siracusa. Según la leyenda (posiblemente creada por Caravaggio), Dionisio me utilizó como prisión para los disidentes, y por medio de mi perfecta acústica escuchaba a escondidas los planes y secretos de sus cautivos. Otra leyenda espantosa afirma que Dionisio me excavó con esa forma para amplificar los gritos de los prisioneros cuando eran torturados... Horroroso, ¿verdad? Para comprobar esta verdad acústica, hoy han llegado hasta mis alrededores, Devis, Mayen, Luis María, René y Graciela, a los que recibo con amabilidad... 4ª Verás, debido a mi reputación de impecable acústica, he sido comparada a un audífono con un tubo flexible... Es la mejor pista que puedo darte para que vengas a visitarme... 5ª Mi nombre fue establecido por el genial pintor Caravaggio que notó en mí un extraño parecido a una oreja. Dionisio fue el célebre Tirano de Siracusa que en 413 A.C. encerró en las canteras de la ciudad a los prisioneros atenienses para obligarlos a trabajar la piedra. Según cuenta la leyenda, el tirano podía escuchar las voces de los prisioneros gracias a las características acústicas de mi gruta... Y hasta aquí ha llegado hoy para comprobarlo el gran explorador y viajero Fernando... 6ªAhora escucha, el visitante no puede evitar un viaje al pasado Siracusano para susurrar su voz y que el eco la sople por todos los rincones de mi cueva... Por esto te espero a ti para que susurres tu nombre y yo pueda apuntarlo aquí...

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